En el último año, han sido numerosas las muestras de respaldo por parte de la sociedad colombiana, la comunidad internacional y las organizaciones que trabajan en solidaridad con Colombia, al proceso de paz y la creciente movilización social que se vive en el país con este objetivo. Se han generado espacios institucionales y otros propios de la dinámica del movimiento social, en los que se ha discutido y aportado elementos a los puntos que se debaten en La Habana y contribuido en la construcción de una agenda para la paz y el postconflicto que va más allá de los temas que se están abordando en la mesa de negociación. Evidenciando que la paz solo es posible si se construye con los aportes de las mujeres, jóvenes, pobladores urbanos y rurales, pueblos indígenas, con la voz de las víctimas. También se han evidenciado las amenazas y las estrategias de sabotaje de los sectores que no apoyan los diálogos de paz, las alianzas criminales entre la clase política y sectores de las fuerzas armadas con el paramilitarismo que no dejan renacer la esperanza en el país. Frente a este panorama la movilización, denuncia y fortalecimiento organizativo es la tarea de todas las personas que le apostamos a vivir en dignidad un país en paz, con justicia social y equidad.
El proceso de diálogo de paz entre el gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC en este año y medio, en el que se ha llegado a acuerdos preliminares en dos puntos de la agenda es una muestra de voluntad de las dos partes en poner fin al conflicto armado a través del diálogo y no por la vía armada. Sin embargo no se debe dejar de lado la constante violación a los derechos humanos a la población civil, la persecución y asesinato de líderes y lideresas; el desplazamiento forzado del que son víctimas comunidades enteras afectando especialmente a mujeres, niñas y niños, profundizando la discriminación histórica de la mujer y dejándola expuesta a un estado de mayor vulnerabilidad. Los pocos resultados en la restitución de tierras, la persistencia de la violencia sexual como arma de guerra; los ataques constantes a la democracia y los múltiples obstáculos que impiden la participación social, la impunidad, y los ritmos lentos de la justicia colombiana.
Las y los colombianos en el exterior y las organizaciones de la solidaridad internacionalista no somos ajenas a esta dinámica, nos mantenemos activos y propósitivos, por esto en el mes de marzo del 2013 realizamos el primer encuentro territorial para la paz en Colombia en la ciudad de Valencia y participamos activamente con las conclusiones de este espacio, en el Encuentro Estatal realizado el 13 y 14 de abril en la ciudad de Rivas Vacía Madrid. En Rivas se recogieron las distintas aportaciones de la diáspora colombiana y la solidaridad internacionalista alrededor de la paz integral y la construcción de un nuevo país con justicia social, económica y ambiental; la participación popular en la construcción de la paz y propuestas desde la solidaridad. Se plantea la necesidad de realizar un segundo encuentro estatal para dar continuidad a la construcción colectiva de propuestas para la paz en Colombia; con este motivo desde la Coordinación Valenciana de Solidaridad con Colombia, la Coordinación por los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Mesa de Apoyo: Derechos Humanos de las Mujeres y Paz en Colombia, convocamos a las colombianas y colombianos residentes en el Pais Valencià, a organizaciones sociales, partidos políticos y personas que trabajan en solidaridad con Colombia, a todos y todas a participar en el Segundo Encuentro Territorial para la Paz en Colombia, el 29 de marzo en la ciudad de Valencia, en la sede de la Intersindical Valencia como encuentro preparatorio del Encuentro Estatal para la Paz en Colombia a realizarse en Madrid en el mes de abril.
Inscripciones: encuentroparalapazencolombia@gmail.com
